Richard
Hannay está en un music-hall londinense. De repente, suena un
disparo y comienza una pelea. En medio del tumulto, una chica
asustada le pregunta si puede ir con él. Richard accede y la lleva a
su apartamento...
Nunca
he sido un entusiasta de Hitchcock, pero nunca me habia decepcionado
tanto como con 39 escalones, supuesta cumbre de su etapa
británica junto con The lady vanishes. Me ha parecido
absurda, incoherente y muy lejana a la maestría narrativa del mejor
Hitchcock.
Resulta
incoherente debido a los múltiples agujeros en el guión, problema
muy serio tratándose de un thriller. Al principio del film, cuando
la mujer que acoge en su casa le cuenta todo a Richard por las buenas
y a la primera, ya se nos hace un poco absurda, pero luego, cuando es
asesinada por los espías con una pista en la mano y dejándola en la habitación de Richard, la suma incoherencia está servida.
Luego los espías pretenderán atrapar a Richard para silenciarlo,
dado que ellos mismos le han dado una pista y es posible que la mujer
le haya contado algo, pero no se les ocurre matarlo junto con la
mujer, estando a pocos metros de él. Además, segundos después de
asesinarla ya estan en la calle patrullando.
El
final mismo resulta incoherente: quien sabe los secretos del gobierno
se supone que está aliado con el malo, pero lo confiesa sin vacilar
delante de todo el mundo, incluso delante del malo, que evidentemente le ataca
y lo mata. En ningún momento se nos indica que ese hombre sea
temerario y soberanamente estúpido.
No
sólo la trama resulta absurda, sino también el personaje
protagonista, al que no importa lo mal que se lo este pasando que
siempre sonríe y se mantiene feliz como una perdiz, aunque sus
enemigos lo hayan capturado y probablemente estén a punto de
asesinarlo. Además, el uso de la cámara rápida en las escenas de
acción ahora mismo resulta sonrojante.
Si
las continuas incoherencias de la película nos impiden tomárnosla
en serio, también contribuyen a ello unos excesivos toques
humorísticos, inusualmente abundantes para ser una película de
Hitchcock. No es que las películas de Hitchcock estén exentas de
humor, pero en The 39 Steps el humor se le ha ido de las
manos.
Tampoco
estoy diciendo que todo en la película sea malo, el genio de
Hitchcock está presente, pero solo a ratos. Es especialmente
interesante la escena de la casa de campo con el granjero avaro y
creyente extremista. Además, resulta interesante el paralelismo
entre el principio y el final, anticipando una pista crucial, y
sosteniendo la pista de la canción que se engancha en la cabeza del
protagonista, que nos la insinúa durante toda la película. También
me pareció curiosa una transición en que solapa el grito de la
asistenta al encontrar el cadáver de la mujer y el pitido del tren
que muestra la huida del protagonista.
Con
todo, me ha parecido una película muy floja, decepcionante y muy
sobrevalorada.
4/10
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