España,
a comienzos de los años 80. Dos policías, ideológicamente
opuestos, son enviados desde Madrid a un remoto pueblo del sur,
situado en las marismas del Guadalquivir, para investigar la
desaparición de dos chicas adolescentes. En una comunidad anclada en
el pasado, tendrán que enfrentarse a un feroz asesino.
El
año pasado Alberto Rodríguez nos dejó una verdadera joya del cine
patrio. El director andaluz no se queda sólo con esos perturbadores
crímenes, envueltos en una perturbación sexual, sino que va más
allá filmando un fiel retrato de la convulsa España de la
transición, con esas dos Españas en continuo contacto mediante los
dos policías
protagonistas. Éste
obvio interés por la España del momento le da una doble lectura a
la película, una, la más convencional, como un “simple”
thriller situado en la transición, o dos, como un relato sobre
aquello que se tuvo que sacrificar en la transición: la justicia
sobre los crímenes del franquismo.
Sea
cual sea la verdadera lectura, si algo así se pude afirmar, lo
cierto es que se trata de una gran obra. Rodríguez mantiene el
interés y hace avanzar la trama con fluidez y un pulso narrativo
envidiable. Consigue una atmósfera opresiva y
asfixiante
mediante una fotografía sofocante, dándole un papel protagónico a
las marismas del Guadalquivir y
utilizando más sus sonidos que la música. Un trabajo maravilloso
que casa a la perfección con el turbio relato que nos cuenta.
Ambos
protagonistas hacen un trabajo espectacular interpretando a dos
personajes llenos de claroscuros, compañeros y rivales a la vez, que
contribuyen a transmitir esa tensión que reinaba en la España de la
transición. En el turbio pasado del policía interpretado por Javier
Gutiérrez, cercano al régimen franquista, es donde se encuentra la
raíz de la lectura política del film. Sus métodos retratan muy
bien su pasado, pero mientras el metraje avanza y la trama se tensa,
los métodos de su joven compañero cada vez se parecen más a los
suyos, desdibujando la delgada línea de la ética policial.
Rodríguez
remata la película con un potente clímax y un final amargo que
encajan muy bien con la trama y el trasfondo político del film. Una
verdadera joya, entre notable y muy buena.
8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario