viernes, 20 de febrero de 2015

Magical Girl (ídem, 2014) de Carlos Vermut

Luis (Luis Bermejo), un profesor de literatura en paro, trata de hacer realidad el último deseo de su hija Alicia (Lucía Pollán), una niña de 12 años, que padece un cáncer terminal: tener el vestido oficial de la serie japonesa de dibujos animados "Magical Girl Yukiko". El elevado precio del vestido llevará a Luis a poner en marcha una insólita y oscura cadena de chantajes. En estas circunstancias, conoce a Bárbara (Bárbara Lennie), una atractiva joven que sufre trastornos mentales, y a Damián (José Sacristán), un profesor retirado con un tormentoso pasado. Los tres quedarán atrapados en una oscura red, en la que instinto y razón entran en conflicto.


La última película de Carlos Vermut, ganadora de la Concha de oro y gran favorita del año entre los cinéfilos del país, se convirtió en la injusticia del año en los Goya para dicho sector del público. Levantadas las expectativas, sólo puedo expresar la profunda decepción que me ha supuesto su visionado, que me ha dejado frío e indiferente.

La trama funciona, como evidentemente simboliza cierta escena con Damián, como un puzzle al que le falta una pieza, o varias. En esto se basa lo innovador, rompedor y arriesgado de la propuesta, algo loable y que entiendo a quien le interese o atraiga, pero a mi solo me ha frustrado. Se supone que tu mismo debes completar el puzzle con tu propia imaginación, pero dado que todas las soluciones son correctas e incorrectas, al final da un poco igual lo que tu mismo pienses de ella, pues cualquier otra idea seria igualmente válida. I no ayuda el poco interés que levanta la trama y los personajes.


Poco después de empezar queda claro que Vermut juega a dejar sin explicar ciertos elementos y mantener el misterio, como el caso de la enfermedad de Bárbara, su pasado con Damián, los “poderes mágicos” de Bárbara, el contenido de ciertas puertas, etc. Esto más que contribuir a mantener el misterio, lo destruye, ya que no te ves obligado a buscar la explicación, ya que de hecho no tiene. Simplemente no se sabe y toda explicación es válida.

Los personajes resultan interesantes y a la vez inverosímiles. Todos ellos coinciden con la descripción de cierto personaje de la naturaleza español, el conflicto entre razón y sentimiento, y la necesidad de ser una “Magical girl” con la capacidad de ponerse al lado de los demás para conseguir lo que se quiere. En efecto, todos los personajes manipulan, directa o indirectamente, a los demás poniéndose en su lugar y aprovechándose de su personalidad, interés o emociones. Desde Alicia hasta Damián, el cual hasta la escena final, con ese truco paralelo a la escena inicial, parecerá ser el único que solo es manipulado, pero su manipulación quedará fuera de relato. Se trata, a mi parecer, del punto más fuerte del film. Aún así, la conducta de los personajes me ha parecido inverosímil, parece casi confundirse esa naturaleza emocional con estupidez. El único pilar que sostiene ciertas decisiones son hechos pasados de los que no tenemos conocimiento, los que Vermut nos fuerza a inventar por nosotros mismos.


Vermut utiliza un tempo pausado, pero mantiene el interés mediante una trama no lineal, aunque de hecho lo sea bastante. La fotografia es correcta, en el apartado técnico destaca más en la banda sonora, bastante bien escogida. En definitiva, interesante pero decepcionante.


6/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario