Después
de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Crónica sobre la relación
entre un gángster
de la mafia japonesa ("yakuza"), enfermo de tuberculosis y
el médico alcohólico que lo atiende.
Dos
años antes de filmar Rashomon Kurosawa ya empezaba a dar muestras de su
enorme
talento con la notable El ángel borracho. La
película trata uno de los temas más recurrentes del cine nipón, el
honor y la ética, además de otro muy propio de Akira, los
claroscuros del alma humana, y es que el cineasta nipón gustaba de
matizar al máximo sus personajes, como hace de forma brillante con
Matsunaga, interpretado por el siempre excelente Toshiro Mifune.
Matsunaga,
un gángster enfermo de tuberculosis, traba una relación de
amistad-odio con su médico, un hombre obstinado y con una moral de
hierro que lucha por curar a todos sus pacientes, sean quienes sean,
interpretador por un enorme Takashi Shimura. La
vida de desenfreno de la yakuza podria llevarlo a la muerte, de
manera que se refugia en su código de honor para poder recuperarse y
conservar su lugar en la organización. La oportuna aparición en
escena de Okada, excelentemente presentado mediante el hombre que
toca la guitarra, provocará un conflicto entre el médico, que
oculta a su esposa en la clínica, y la yakuza.
En
el clímax de la película se produce el enfrentamiento de estos tres
personajes, con el médico obstinado a defender a los suyos y
Matsunaga enfermo y desengañado ante la verdadera naturaleza del
código de honor de la yakuza. El sacrificio final, lleno de
significado, nos recuerda eso de que puede aparecer una flor en medio
de un estanque de podredumbre.
Destaca
el uso reiterado de simbolismos, como el estanque, la música o la
flor, así como la escena del sueño de Matsunaga. Ya se aprecian muchas de las características del cine del
maestro nipón, como esa banda sonora “incompleta”, con la
canción de Okada que habla de un asesinato, así como el uso del
clima para construir la atmósfera. Aún así, Kurosawa aún no
despliega todo su genio, aunque para eso queda poco.
El
ángel borracho no falla en ningún apartado, pero tampoco se erige
como una obra excelente, le falta algo. Obra menor, pero ya quisieran
muchos cineastas llegar a hacer obras “menores” como las del
maestro.
8/10
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