jueves, 12 de febrero de 2015

To the Wonder (ídem, 2012) de Terrence Malick

Neil (Ben Affleck), un norteamericano aspirante a escritor, y Marina (Olga Kurylenko), una madre soltera europea, se conocen en París y disfrutan de un momento de idilio en la isla francesa de St Michel, revitalizados por las sensaciones de estar de nuevo enamorados. Mirando a Marina a los ojos, Neil cree estar seguro de que ha encontrado a la mujer que puede amar con dedicación. Es por ello que le propone irse a vivir junto a su hija Tatiana (Tatiana Chiline) a los Estados Unidos. Pero cuando años más tarde, una serie de circunstancias personales y profesionales resquebrajan su relación, otra mujer aparece en la vida de Neil, con igual o incluso mayor fuerza: Jane (Rachel McAdams), una vieja amiga de la infancia.


Tras filmar la obra maestra El árbol de la vida, Malick vuelve a la gran pantalla con To the Wonder, una película sobre el amor y la incapacidad para encontrar a Dios. To the Wonder contiene todo lo que caracteriza el cine de Malick, una fotografia exquisita, una excelente banda sonora, reflexiones profundas, etc. Pero a diferencia de sus anteriores films, el conjunto no acaba de funcionar.


El peculiar estilo de Malick siempre oscila entre lo sublime y lo ridículo. En To the Wonder la línea que los separa es mucho más fina que en sus anteriores películas. El maestro de Texas prescinde casi totalmente de diálogos, abusando de la voz en off sobre sus características imágenes idílicas de la vida cotidiana. Esta falta de diálogos expone aún más lo improvisado y antinatural de muchas escenas. Los personajes resultan planos y desdibujados, la voz en off no ayuda a describir su vida interior y la falta de diálogos tampoco. El personaje del Párroco atormentado por el silencio de Dios, interpretado por Bardem, resulta el más interesante, pero no encaja del todo con la trama y parece metido con calzador. Lo mismo ocurre con el personaje de Rachel McAdams.


La fotografía y la banda sonora son exquisitas, pero el conjunto no se sostiene. No es capaz de emocionar como lo consiguió con El árbol de la vida, sus imágenes caen más en lo ridículo que en lo expresivo. la peor película de Malick, toda una decepción. A Malick hay que exigirle mucho más.


5/10


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