“Viajar
es útil, ejercita la imaginación. Todo lo demás es desilusión y
fatiga. Nuestro viaje es enteramente imaginario. Ahí reside su
fuerza. Va de la vida a la muerte. Personas, animales, ciudades y
cosas, todo es inventado. Es una novela, nada más que una historia
ficticia. Lo dice Littre, él no se equivoca nunca. Y además,
cualquiera puede hacer otro tanto. Basta cerrar los ojos. Está en la
otra parte de la vida”
En
Roma, durante el verano, nobles decadentes, arribistas, políticos,
criminales de altos vuelos, periodistas, actores, prelados, artistas
e intelectuales tejen una trama de relaciones inconsistentes que se
desarrollan en fastuosos palacios y villas. El centro de todas las
reuniones es Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor de 65 años
que escribió un solo libro y practica el periodismo. Dominado por la
indolencia y el hastío, asiste a este desfile de personajes
poderosos pero insustanciales, huecos y deprimentes.
La
gran belleza es una película sobre el vacío, sobre la nada que
tanto interesaba a Flaubert, o más bien sobre esos momentos perdidos
entre la nada que dan sentido a la vida. La gran belleza es
una película sobre Jep Gambardella, un hombre perdido entre fiestas,
encerrado en Roma y rodeado de personajes huecos y tan vacíos como
el mismo, que al cumplir 65 años decide dejar de llevarse por la
mundanidad para dar libertad a su sensibilidad y buscar la gran
belleza entre esa nada e inmortalizarla en su segundo libro.
No
sólo Jep está sumido en esa nada, sino también muchos de los
personajes que aparecen durante toda la obra: una falsa artista, una
mujer que se cree comprometida con la sociedad, un artista fracasado
e incapaz de encontrar aquello en lo que escribir, un joven
perturbado y esclavo de las ideas de los grandes artistas, un
cardenal aficionado a la cocina que parece saber bastante poco de lo
espiritual, etc. Todo un elenco perfectamente elegido para encauzar
el vacío existencial en el que esta sumido nuestro protagonista,
brillantemente interpretado por Toni Servillo.
Rematado
con una narración vistosa, siempre buscando la belleza en cada
plano, y potenciada por una banda sonora perfectamente escogida,
Sorrentino filma una de las mejores películas de los últimos años.
La cita que da comienzo al film, y que también abre esta reseña, da
mucho luz sobre el film, así como las últimas palabras de Jep:
“Termina
siempre así, con la muerte. Pero antes, hubo vida. Escondido debajo
el bla, bla, bla, bla. Y todo sedimentado bajo los murmullos y el
ruido. El silencio y el sentimiento, la emoción y el miedo. Los
demacrados, caprichosos destellos de belleza. Y luego la desgraciada
miseria y el hombre miserable. Todo sepultado bajo la cubierta de la
vergüenza de estar en el mundo. Bla, bla, bla, bla. Más allá, está
el más allá. Yo no me ocupo del más allá. Por tanto, que esta
novela dé comienzo. En el fondo, es sólo un truco. Sí, es sólo un
truco.”
Brillante,
profunda y visualmente potente. Lo tiene todo.
10/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario