martes, 10 de febrero de 2015

Enemy (ídem, 2013) de Denis Villeneuve

Adam (Gyllenhaal) es un afable profesor de historia que lleva una vida bastante monótona. Un día, viendo una película, descubre a un actor que es idéntico a él. Obsesionado con la idea de tener un doble, la búsqueda de ese hombre tendrá para él consecuencias inesperadas... Libre adaptación de la novela "El hombre duplicado", de José Saramago.


Tras el potente thriller Prisioners, Villeneuve vuelve con otro thriller, pero esta vez con unos tintes psicológicos que recuerdan al Lynch de Lost Highway o Mulholland Drive. La enorme capacidad del cineasta quebequés para crear atmósferas opresoras y para crear tramas rocambolescas pero verosímiles le convierten uno de los cineastas más prometedores de la actualidad.

La película empieza con una corta escena cargada de simbolismo y que nos introduce a la araña, elemento muy presente durante el film y que reaparecerá durante en varias escenas oníricas o alucinatorias, levantando la duda sobre la realidad de dicho prólogo y acercándonos a la mente del protagonista. Tras esta escena se nos introduce en la monótona vida de Adam. La enrarecida atmósfera, construida con una potente fotografía en tonos amarillos y una banda sonora excelente, contribuye a acentuar los evidentes problemas emocionales de Adam. Adam posee un carácter errático e inseguro que a priori resulta inverosímil pero que después resultará clave para entender el film, que tiene múltiples lecturas. Esta inverosimilitud inicial del carácter de Adam puede lastrar el primer visionado de la película.


La trama esta diseñada como un puzzle que te incentiva a ordenarlo, manteniendo el ritmo liberando las pistas justas para ello sin sacrificar el aura de misterio de envuelve la trama. El final resulta abrupto pero clave para “descifrar” el enigma, sin ser para nada excesivamente explicativo. Esta capacidad para mantener el misterio incluso tras el final y ser capaz de mantener diversas lecturas es lo que eleva la película sobre la gran mayoría de thriller que podemos ver en cartelera, además de su potente puesta en escena.


Jake Gyllenhaal esta estupendo en su doble papel, matizando a la perfección las diferencia de personalidad entre sus dos personajes. En definitiva, se trata de un film muy bueno, de lo mejor que se ha podido ver últimamente.


9/10


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