miércoles, 4 de marzo de 2015

Hannah y sus hermanas (Hannah and her sisters, 1986) de Woody Allen

Tres hermanas de caracteres muy diferentes mantienen entre sí una estrecha relación. La mayor, Hannah, la que tiene un carácter más fuerte, está casada con un rico empresario y su vida parece equilibrada, perfecta. Actriz de éxito, esposa y madre ejemplar, se ha convertido en el centro de gravedad de toda la familia. Holly, la segunda, sensible e inestable, sueña con ser actriz. Lee, la pequeña, es una ex-alcohólica que vive con un pintor minimalista mucho mayor que ella. Mucho menos afortunadas que Hannah, suelen recurrir a ella cuando necesitan consejo o tienen problemas económicos. Pero esta situación comienza a tambalearse cuando Elliot, el marido de Hannah, se enamora de Lee.


Aunque el título pueda llevar a engaño, Hannah no es la protagonista del film, sino que se trata de un film coral en el que Hannah ni siquiera es uno de los personajes protagónicos, sino que sirve de enlace con el resto de magnífico plantel. La trama se estructura mediante diversas subtramas protagonizadas por Elliot, el marido de Hannah, sus dos hermanas y su exmarido. Todos ellos son personajes coherentes, bien definidos, humanos y entrañables. Sus motivaciones van cambiando según avanza el metraje, siendo el amor casi siempre el objetivo central.


Pero el amor es impredecible, a algunos les llegará sin que lo busquen y a otros se les escapará cuando más lo necesitan. Esa imprevisibilidad omnipresente se ejemplifica perfectamente con David, el hombre que pretende seducir Holly al principio. Primeo parece que sólo se interesa por su amiga, luego cuando volvemos a su trama Holly está con David en una cita. Creemos que al final se quedará con él pero cuando volvemos a su trama, David parece que a perdido interés por ella y finalmente ha elegido a su amiga.


El hipocondríaco Mike, eterno personaje de Woody Allen, se enfrenta al miedo a la muerte cuándo cree que tiene un tumor. Pero cuándo se entera que realmente no va morir, decide buscar el sentido de la vida en las religiones. Esta subtrama sirve como principal contrapunto humorístico. El humor, presente de forma sutil y continua, está mezclando armoniosamente con el drama y el romance, una armonía parecida a la que alcanza Mike al final de la película, abandonando sus preocupaciones gracias al humor y el amor.


Allen filma como nadie las calles de Nueva York y pocos como él saben elegir la banda sonora. Allen, con su buen hacer, nos mete de lleno en esas historias tan humanos y entrañables, capta el amor y la belleza de la vida con naturalidad y ligereza. Hannah y sus hermanas es una verdadera maravilla.


10/10


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