El
cajero de un banco en una pequeña ciudad alemana se deja seducir por
el poder del dinero debido a la visita de una rica dama italiana.
Desfalca 60.000 marcos y se marcha a la capital, donde intenta
encontrar placer en el amor, la política, el deporte y la
religión...
De
la mañana a la medianoche
es una de las películas que sigue más de cerca las convenciones de
expresionismo junto con Caligari.
Utiliza también escenarios totalmente deformados, con estructuras
siniestra e irreales que nos evoca una excitación y una tensión
constantes. Sin embargo, el uso continuado de fondos totalmente
negros, un diseño de decorados menos inspirado y la no coloración
de los fotogramas creo que pone la vertiente artística muy por
debajo de Caligari
y no llega para nada a sus cotas de genialidad.
Los
personajes, como en Caligari, sobreactuan de forma errática y
expresiva o deambulan como fantasmas en un mundo decadente,
interpretaciones perfectas para el film expresionista. Los elementos
fantásticos aquí están mucho menos presentes y se adecua más a la
realidad relatando un historia sobre la avaricia y el poder
destructivo del dinero. En este sentido la película peca de ser un
poco simplona y de jugar su mejor baza en su estilo expresionista
puro pero que, como ya he dicho, no llega a aprovechar del todo.
El
film se sigue con interés aunque el tiempo la haya tratado un poco
mal y la haya situado a un segundo plano respecto los otros grandes
films del expresionismo alemán. Resulta curioso y interesante su
forma de captar el expresionismo y resulta innovadora al utilizar
lentes deformadoras para filmar una carrera de bicicletas, dándole
sensación de velocidad y a la vez deformando la escena hacia lo
siniestro e irreal.
En
definitiva, una película interesante y original para todo aquel
apasionado de la historia del cine, del cine mudo y más
concretamente del expresionismo alemán.
6/10
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