Dos
jóvenes enamorados viajan en diligencia y, de repente, se une a los
viajeros un misterioso desconocido. El vehículo se detiene en una
posada, y el desconocido desaparece con el joven. La muchacha busca
desesperadamente a su novio y, cuando descubre que es la Muerte quien
se lo ha llevado, le implora que se lo devuelva. La Muerte le muestra
tres velas (vidas) a punto de extinguirse y le explica que sólo
podrá recuperarlo si logra salvar alguna de ellas.
Der
Müde Tod
es una película sobre la muerte, pero trata el tema de una forma un
tanto superficial. De labios de la protagonista se enuncia la
pregunta ¿es
el amor más fuerte que la muerte?
Es decir, ¿podemos nosotros imponer nuestra voluntad a la del
destino? Pero la cuestión del destino si no se tienen creencias
religiosas resulta un debate vacío. Aún
así se agradece que una película de la época profundice en su tema
y pretenda hacer reflexionar. I debemos agradecerle aún más a ésta
película por despertar el interés de Buñuel en el cine.
El
hecho de que la protagonista sea incapaz de salvar a su marido en las
3 historias da una visión pesimista de la vida: la vida nos depara
un destino trágico y nosotros no podemos hacer nada por impedirlo.
Pero tras el sacrificio de la protagonista, en que se niega a
entregarle el niño y la muerte, deidad desencantada de su ingrato
trabajo y comprometida con sus “víctimas, a las que compadece, se
conmueve y le concede su deseo de devolverle su marido. Ésto
abre la puerta a la esperanza, pero no se trata tampoco de un final
feliz, sino
más bien de un final amargo.
La
película destaca por su belleza pictórica. Lang tenia un gran
dominio de la puesta en escena y del claroscuro, hecho que demuestra
en escena como la de la entrada en la cripta o la de la cripta misma,
entre otras. Destacan también los efectos especiales, sobretodo la
escena del ejército en miniatura, que reconozco que me sorprendió y
me hizo gracia. De hecho, Las tres luces tiene varias escenas
para el recuerdo, como la de las almas entrando a la cripta o la del
viaje en alfombra, entre las ya mencionadas. Todas las apariciones de
la muerte destacan bastante dado lo interesante del personaje, pues
nos muestra a una muerte diferente, compasiva, dolorida y
melancólica, y debido también a la enorme interpretación de
Bernhard Goetzke, que se impone y domina cada una de sus escenas.
El
gusto por lo exótico de Lang queda perfectamente plasmado, situando
las historias en tres lugares y épocas distintos, algo que además
tiene una función dentro del film, que es advertir de la
universalidad del tema que trata, la muerte. Las historias resultan
excesivamente simples y parecidas. Todas ellas siguen el mismo
patrón, resultando excesivamente repetitiva, redundante y, por
extensión, algo aburrida. Por otro lado, los escenarios de estos
lugares resultan correctos, excepto el episodio de China, que es
bastante pobre e infiel en la reproducción de sus escenarios y
ridículo en los vestuarios (sobretodo en el mago y la protagonista).
Los mejores escenarios son, sin lugar a dudas, los de la cripta.
En
definitiva, aunque con una puesta en escena bastante buena, resulta
un tanto irregular, menos profunda de lo que se cree y un poco
sobrevalorada. Para mi, no se encuentra entre las mejores películas
del Lang mudo y menos del expresionismo alemán. Interesante,
entretenida y bien realizada.
7/10