lunes, 4 de mayo de 2015

Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922) de F. W. Murnau

Año 1838. En la ciudad de Wisborg viven felices el joven Hutter y su mujer Ellen, hasta que el oscuro agente inmobiliario Knock decide enviar a Hutter a Transilvania para cerrar un negocio con el conde Orlok. Se trata de la venta de una finca de Wisborg, que linda con la casa de Hutter. Durante el largo viaje, Hutter pernocta en una posada, donde ojea un viejo tratado sobre vampiros que encuentra en su habitación. Una vez en el castillo, es recibido por el siniestro conde. Al día siguiente, Hutter amanece con dos pequeñas marcas en el cuello, que interpreta como picaduras de mosquito. Una vez firmado el contrato, descubre que el conde es, en realidad, un vampiro. Al verle partir hacia su nuevo hogar, Hutter teme por Ellen.


Nosferatu es una adaptación libre de Drácula, de Bram Stoker, acercando el mito a la tradición romántica alemana, al universo de Hoffmann y al expresionismo alemán. La mirada romántica de Murnau capta a la perfección lo romántico en escenarios naturales y reales; encontrando la belleza poética de bosques, montañas y mares; así como el trágico lirismo de edificaciones antediluvianas, escenario predilecto del terrorífico universo de la fantasía alemana.


Nosferatu es un ente tiránico, infinitamente malvado, pero totalmente indefinido, la sublimación del terrorífico caos que asola a los humanos, y sobretodo a la inquieta alma alemana que ha vivido tantos horrores. Pero Nosferatu es vencido por el sacrificio de Ellen, dada por una especie de caridad cristiana y por su amor por Hutter. Ellen, tras una metamorfosi personal decide sacrificarse por los demás y por Hutter. Entendiendo el expresionismo como la expresión del caos incomprensible y la maldad de lo exterior (la sociedad y la naturaleza), que produce una introspección y una búsqueda de la subjetividad y la emoción como vía de escape; Nosferatu capta a la perfección el espíritu expresionista y le da un giro optimista, pues dicha metamorfosi individual puede vencer el caos y devolver el orden al mundo, aunque eso si, con un sacrificio.


La guinda de ésta maravilla del séptimo arte la pone su apartado técnico, que es perfecto: la icónica caracterización de Nosferatu, la fotografía y los decorados naturales ya mencionados, la iluminación, etc. Nosferatu es la cumbre del expresionismo alemán y del cine de terror de todos los tiempos. Imprescindible.


10/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario