Teodoro,
un ingeniero español que es profesor en la Universidad de Oklahoma,
regresa a España para disfrutar de un año sabático. Al llegar, se
entera de que su padre ha matado a su madre y, para compensarlo de la
pérdida, le ha comprado una moto con sidecar para viajar juntos. Así
es como llegan a un remoto pueblo de montaña que parece desierto; lo
que ocurre es que todos los vecinos están en la iglesia, porque la
misa es un auténtico espectáculo. Padre e hijo asisten a las
elecciones que se celebran cada año para designar alcalde, cura,
maestro y puta. Además, al pueblo ha llegado un grupo de estudiantes
de una universidad norteamericana, unos meteorólogos belgas, un
grupo de disidentes de los Coros del Ejército Ruso e incluso
invasores camuflados de un pueblo cercano.
Esperpéntica
película de humor absurdo y rural que se ha convertido, con el
tiempo, en una película de culto. La película casi no tiene trama,
se estructura a base de gags, muchos de los cuales no tienen
relevancia para la trama.
Resulta
un poco difícil discernir entre los gags con significado o crítica
a la realidad y los gags simples y sin mayor pretensión que
divertir. La crítica a la vieja España, con esa omnipresencia de
la religión, el papel de la Guardia Civil en el gobierno, etc; es
bastante obvia.
Pero
también se puede entender la película como una crítica a la
Transición: la película está ambientada en los años 70, al inicio
de la trama el alcalde llega con una mujer que es recibida con
entusiasmo y que todo el mundo quiere hacer comunal, el cura y el
jefe de la Guardia Civil, etc. Todo ello, y algunas cosas más, haría
referencia a la llegada de la democracia y a su resultado, pues al
final no cambia casi nada y la mujer no llega a ser nunca comunal,
así como las dos referencia al 23-F.
Posee
un humor desternillante, constante y fluido, con escenas míticas
como la del hombre que brota del suelo o la de Resines y Ciges juntos
en la cama. La realización es un poco pobre, con transiciones
chocantes y mal resuelta o discontinuidades gráficas graves. La
fotografía y la banda sonora tampoco destacan demasiado.
Película
muy entretenida, curiosa y sugerente. Puede verse muchas veces,
expresar nuevas ideas y no perder frescura. Es técnicamente pobre,
pero su humor absurdo, sucio y patético lo aguanta perfectamente.
7/10