jueves, 29 de enero de 2015

La caza (Jagten, 2012) de Thomas Vinterberg

Tras un divorcio difícil, Lucas, un hombre de cuarenta años, ha encontrado una nueva novia, un nuevo trabajo y trata de reconstruir su relación con Marcus, su hijo adolescente. Pero algo empieza a ir mal: un detalle cualquiera, un comentario inocente y una mentira insignificante que se extiende como un virus invisible sembrando el estupor y la desconfianza en una pequeña población...


Cualquiera que que esté mínimamente enterado de la actualidad puede recordar varios escándalos que han puesto patas arriba los medios de comunicación durante días, semanas o incluso meses. Asesinatos, violaciones, desapariciones, etc. Hechos atroces que se convierten en la comidilla de todos los hogares del país. Pues bien, desgraciadamente suele ocurrir que cuando se señala a alguien como principal sospechoso este se convierte en el único posible culpable y, tanto medios como público lo estigmatizan y lo culpabilizan sin que los hechos se hayan esclarecido aún.


La caza es un retrato de esto, el circo que se monta alrededor de la caza del culpable, donde irracionalidad, venganza e hipocresía se mezclan para destruir todo lo bueno que cada uno podía percibir de la naturaleza humana. La presunción de inocencia que caracteriza nuestro estado de derecho ya no sirve cuando, en busca de un culpable, nadie tiene en cuenta los hechos y se deja llevar por sus sentimientos y las masas. Un cúmulo de coincidencias, estereotipos falsos (la sinceridad absoluta de los niños), la influencia de los demás y ese odio irracional que nos impide ver más allá de nuestra nariz son algunos de los ingredientes que conforman este relato, brutal y desgarrador por su verosimilitud.


La obra de Vinterberg narra a la perfección esa caza tan injusta, pero también destaca en su retrato del presunto culpable, interpretado por un inmenso Mads Mikkelsen, maltratado, destrozado y devorado por las mentiras y el odio injusto. Pero también habla de la estigmatización del culpable, esa marca de fuego que pervive para siempre y inicia una caza permanente, intermitente pero impasible, que marca toda la vida de la presa.

Jagten es un drama potente, desgarrador, bien narrado y con un protagonista de lujo. Consigue atrapar, emocionar y construir escenas enormes, como la de Lucas en la iglesia. Una película muy buena y muy recomendable.


9/10


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