martes, 9 de junio de 2015

Videodrome (ídem, 1983) de David Cronenberg

Max Renn, un aburrido operador de televisión por cable, descubre un día una televisión "real" llamada Videodrome. Una palpitante pesadilla de ciencia-ficción que nos muestra un mundo en el que el vídeo puede controlar y alterar la vida humana. Considerada por Andy Warhol la "naranja mecánica" de los 80.


Extraña, desagradable y desasosegante película de Cronenberg (como casi todas), que explora muchas de las inquietudes de sus singular director: el sexo, las enfermedades ligadas al sexo, los trastornos psicosexuales, la metamorfosis orgánica, la fusión entre carne y materia inorgánica, la alienación, las alucinaciones, etc. Pero también trata sobre la manipulación de las personas mediante los medios de comunicación y la forma en que sus contenidos modelan nuestra personalidad.


Max Renn, que trabaja en el turbio mundo de la pornografía, se siente cada vez más atraído por el sadomasoquismo y la expresión más violenta de los impulsos sexuales. Sus gustos extravagantes y su forma de vida lo convierten un personaje extraño, diferente al resto de la sociedad y hasta cierto punto alienado. Cuanto más interés despierta en él “Videodrome”, más se aliena y su personalidad cambia. Se convence a si mismo que su interés por “Videodrome” nace de la necesidad de mantener a flote su canal de televisión con material raro. Pero la exposición a esa película snuff le provocará alucinaciones, la hará perder la sensibilidad y volverse cada vez más violento.


Una trama conspiratoria bastante inverosímil y, incluso, algo ridícula, sirve para evidenciar el control que terceros pueden ejercer sobre nosotros mediante la pantalla de televisión. Renn es constantemente manipulado y casi nunca actuá de forma independiente. Además, también manifiesta el efecto corruptor de la violencia en los medios, la insensibilización y la relativización de la violencia y la moral. Toda ésta corrupción moral y enajenación mental es expresada físicamente mediante las transformaciones del cuerpo de Renn y sus alucinaciones.


La banda sonora es perfecta para la película, te prepara para este inquietante y brutal golpe al estómago que es Videodrome, una película magnética por desagradable y sugerente.


8/10


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