Un
grupo de astronautas tiene un accidente y caen en un planeta
habitable pero sin vida inteligente. La trama transcurre durante
decenas de años, mostrando la formación de una civilización
indígena a partir de los descendientes de dichos astronautas.
Llevaba
mucho tiempo queriendo ver esta película. Había visto extractos de
la película que tenían un enorme potencial, con una puesta en
escena impactante, una fotografía en tonos azulados y grises
verdaderamente bella y un vestuario muy bien hecho. Además, la trama
prometía muchísimo, podría plantear multitud de temas
interesantes. Pero con lo que me encuentro es con la película más
pretenciosa que jamás haya visto.
Durante
toda la película los personajes recitan diálogos completamente
inverosímiles, pseudointelectuales y absurdos. Los personajes hablan
y hablan, soltando frases grandilocuentes con supuestas reflexiones
filosóficas totalmente inconexas. No se plantea ninguna idea en
concreto, se plantean muchísimas sin desarrollar ninguna. I todas
son planteadas mediante diálogos, nunca mediante imágenes, lo que
demuestra la incapacidad de Zulawski de crear metáfora visual
alguna, carencia verdaderamente contraproducente en un cineasta con
tantas pretensiones como el polaco.
Durante
toda la película los personajes recitan diálogos completamente
inverosímiles, pseudointelectuales y absurdos. Los personajes hablan
y hablan, soltando frases grandilocuentes con supuestas reflexiones
filosóficas totalmente inconexas. No se plantea ninguna idea en
concreto, se plantean muchísimas sin desarrollar ninguna. I todas
son planteadas mediante diálogos, nunca mediante imágenes, lo que
demuestra la incapacidad de Zulawski de crear metáfora visual
alguna, carencia verdaderamente contraproducente en un cineasta con
tantas pretensiones como el polaco.
Multitud
de escenas caen en el absurdo más absoluto y los constantes y
continuos diálogos resultan cargantes e irritantes. Contrasta el
supuesto objetivo de la película de hacerte reflexionar con el ritmo
frenético de los diálogos, que te impiden pensar con claridad.
Na
srebrnym globie
es una película tan pretenciosa, absurda e irritante que ni siquiera
he sido capaz de terminarla, algo que muy pocas veces me ha ocurrido.
Y sus 166 minutos de dirección no ayudan para nada. Menos aún el
hecho de que parte del metraje se perdiera y fuera sustituido por
narraciones de lo que ocurría. La mayor decepción que me he llevado
con una película, no se la recomiendo a nadie. Una verdadera
lástima.
2/10
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