domingo, 19 de octubre de 2014

En el globo plateado (Na srebrnym globie, 1987) de Andrzej Zulawski

Un grupo de astronautas tiene un accidente y caen en un planeta habitable pero sin vida inteligente. La trama transcurre durante decenas de años, mostrando la formación de una civilización indígena a partir de los descendientes de dichos astronautas. 


Llevaba mucho tiempo queriendo ver esta película. Había visto extractos de la película que tenían un enorme potencial, con una puesta en escena impactante, una fotografía en tonos azulados y grises verdaderamente bella y un vestuario muy bien hecho. Además, la trama prometía muchísimo, podría plantear multitud de temas interesantes. Pero con lo que me encuentro es con la película más pretenciosa que jamás haya visto.


Durante toda la película los personajes recitan diálogos completamente inverosímiles, pseudointelectuales y absurdos. Los personajes hablan y hablan, soltando frases grandilocuentes con supuestas reflexiones filosóficas totalmente inconexas. No se plantea ninguna idea en concreto, se plantean muchísimas sin desarrollar ninguna. I todas son planteadas mediante diálogos, nunca mediante imágenes, lo que demuestra la incapacidad de Zulawski de crear metáfora visual alguna, carencia verdaderamente contraproducente en un cineasta con tantas pretensiones como el polaco.


Durante toda la película los personajes recitan diálogos completamente inverosímiles, pseudointelectuales y absurdos. Los personajes hablan y hablan, soltando frases grandilocuentes con supuestas reflexiones filosóficas totalmente inconexas. No se plantea ninguna idea en concreto, se plantean muchísimas sin desarrollar ninguna. I todas son planteadas mediante diálogos, nunca mediante imágenes, lo que demuestra la incapacidad de Zulawski de crear metáfora visual alguna, carencia verdaderamente contraproducente en un cineasta con tantas pretensiones como el polaco.


Multitud de escenas caen en el absurdo más absoluto y los constantes y continuos diálogos resultan cargantes e irritantes. Contrasta el supuesto objetivo de la película de hacerte reflexionar con el ritmo frenético de los diálogos, que te impiden pensar con claridad.


Na srebrnym globie es una película tan pretenciosa, absurda e irritante que ni siquiera he sido capaz de terminarla, algo que muy pocas veces me ha ocurrido. Y sus 166 minutos de dirección no ayudan para nada. Menos aún el hecho de que parte del metraje se perdiera y fuera sustituido por narraciones de lo que ocurría. La mayor decepción que me he llevado con una película, no se la recomiendo a nadie. Una verdadera lástima.


2/10


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